La importancia de las organizaciones de usuarios.-
En la columna anterior nos referimos al origen, importancia y tipo de organizaciones de usuarios de agua, en esta ocasión y, como una forma de resaltar el rol de este tipo de organizaciones, presentamos un extracto de la exposición que hiciéramos en la última Convención Nacional de Regantes:
ORGANIZACIONES DE USUARIOS FRENTE A LA SEQUÍA (parte 1)
La sequía se puede definir como una anomalía transitoria en la que la disponibilidad de agua se sitúa por debajo de los requerimientos estadísticos de un área geográfica dada. El agua no es suficiente para abastecer las necesidades de las plantas, losanimales y los humanos.
La causa principal de toda sequía es la falta de lluvias o precipitaciones, este fenómeno se denomina sequía meteorológica y si perdura, deriva en una sequía hidrológica caracterizada por la desigualdad entre la disponibilidad natural de agua y las demandas naturales de agua. En casos extremos se puede llegar a la aridez.
Tomando como base la definición anterior, se desprenden dos conceptos que ayudan a enmarcar el ámbito de esta exposición, a saber: La sequía meteorológica y sequía hidrológica.
La primera, relacionada con una disminución de las precipitaciones respecto de valores “normales”, ya sea en forma de lluvia, como también de nieve.
La sequía hidrológica en tanto, se refiere a la menor disponibilidad de caudales en los cauces naturales, sin duda como consecuencia, principal, de las menores precipitaciones y en muchos casos, agravadas por acciones hechas por el hombre en las partes altas de las cuencas hidrográficas, principalmente el cambio de la forestación nativa por especies exógenas.
Se puede agregar a esta clasificación la sequía hidrogeológica, relacionada con las menores disponibilidades de agua en los acuíferos o embalses subterráneos, cuyo origen, en lo principal, es el mismo de la anterior.
Las sequías son, por definición, fenómenos naturales y en tal condición, son entonces de características aleatorias de difícil predicción, tanto en lo referido a la oportunidad en que se presentan, como también en el periodo durante el cual permanecen.
Lo concreto es que este tipo de situaciones genera una menor disponibilidad de recursos hídricos, condición que, cada vez con mayor connotación, compromete el normal desarrollo de la vida animal y vegetal, particularmente la relacionada con el desarrollo humano y su entorno.
En efecto, el crecimiento vegetativo de la población, así como el desarrollo económico relacionado con los estándares de vida, implica un uso cada vez mayor de recursos hídricos, que se manifiesta en demandas de caudales para diversos fines, desde la bebida, la industria, la agricultura, hasta la recreación y el sentido de preservación del medio ambiente.
En virtud de esto último, la escasez de recursos hídricos es una condición que cada vez se acerca, en un proceso irreversible, a la frontera de la disponibilidad media y, por lo tanto, son cada vez más las zonas del mundo y particularmente de Chile, que pasan a la categoría de deficitarias. Ya no es necesario que la sequía se prolongue por un tiempo importante para que genere una emergencia hídrica en muchas zonas de nuestro país.
Lo más preocupante es que las menores precipitaciones actuales no son un fenómeno aislado, sino más bien la confirmación de una tendencia clara y sostenida de los últimos 20 años.
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